Hoy ha vuelto el mal tiempo, como ya he dicho antes, aquí en Alicante. Desde que me he levantado no ha habido ni un rallo de luz que atravesara las nubes, y eso que no eran muy espesas. Y ahora, cuando volvía caminando hacía mi casa, llovía, y no me ha importado, porque me encanta caminar, correr o permanecer quieta bajo la lluvia. Y me he dado cuenta de una cosa: ¿Os habéis fijado que cuando llueve en la ciudad todo se hace mucho más humano? Siguen estando esos edificios altos y las calles asfaltadas pero parece que la lluvia sobrepasa al hombre. Sí, la lluvia o cualquier fenómeno natural parece invadir y desviar cualquier construcción humana. Puede que sea porque todos nos escondemos en nuestras casas, refugiándonos de esas lagrimas que arrastran toda la maldad de días o incluso meses porque sí, para mi la lluvia elimina todo lo malo, parece arrastrar al mar todas las tristezas y problemas.
martes, 19 de febrero de 2013
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